Camperización real: transformando una furgoneta en camper (caso práctico)

Del furgón de trabajo a la vivienda móvil homologada

En este caso práctico te contamos la historia de Juan y su furgoneta, a la que transformamos en una camper de ensueño totalmente legal. Veremos el proyecto desde el inicio hasta la homologación final, mostrando cómo ProjectZero facilita cada etapa.

Punto de partida: Juan tenía una furgoneta Renault Trafic L2H2 del 2010, antes usada para reparto, y quiso camperizarla para viajar. Había instalado una cama, armarios, un fregadero con depósito de agua y una segunda batería con luces LED. Sin embargo, todo era "casero" y necesitaba la documentación para legalizarlo. Ahí entramos nosotros.

El proyecto técnico: Un ingeniero de ProjectZero visitó la furgoneta (de manera presencial, aunque muchas veces basta con fotos detalladas). Midió la estructura de cama y muebles, verificó la fijación al chasis y los puntos de anclaje de la segunda batería. También comprobamos que Juan había abierto una claraboya en el techo para ventilación. Con todos esos datos, elaboramos un Proyecto técnico formal, indicando materiales (madera contrachapada, perfiles metálicos), distribución (módulo de cocina detrás del asiento conductor, etc.) y calculando que la carga adicional estaba dentro del margen de peso de la furgoneta.

Documentos y trámites: Además del proyecto, gestionamos el Informe de Conformidad con un laboratorio. Tuvimos que aportar fotos de los anclajes de muebles, certificados de los componentes (por suerte Juan había comprado una claraboya y calefacción estacionaria con homologación CE, facilitó mucho las cosas). También emitimos un Certificado de Taller, ya que Juan montó todo por su cuenta pero bajo supervisión de nuestro ingeniero, quien validó que estaba bien instalado.

ITV y resultado: Con la documentación en mano, acompañamos a Juan a la ITV de su ciudad. La furgoneta pasó la inspección sin objeciones: la instalación eléctrica adicional tenía fusible general, la cama estaba firmemente sujeta y la ventilación cumplía. Le grabaron en la ficha técnica la temida frase "vehículo vivienda". ¡Éxito! Ahora la Trafic de Juan es una camper legal. Nos comentó su alivio al saber que no tendría problemas con el seguro ni multas viajando por Europa.

Conclusión: Este caso real muestra que, aunque camperizar uno mismo es posible, la homologación es igual de importante que la construcción. En ProjectZero guiamos a Juan en todo momento, evitando pasos en falso. Si tú también tienes una furgo en proceso, no dudes en contactarnos: haremos que tu proyecto pase de "hecho en casa" a "hecho legal".

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